UNA LARGA HISTORIA
Según la experta en valoraciones de bienes inmuebles Gemma Garzón, las orígenes primigenias de la tasación se remontan a hace más de 9.000 años. “Es la época en la que se produce la primera crisis climática de la historia, lo que supone pasar de una economía recolectora, basada en la caza y la pesca, a una economía productora”, explica.
Aparece entonces el comercio y empieza a desarrollarse el pensamiento económico: el excedente, el trueque y la propiedad privada. “Las tierras podían tasarse según el tiempo que se había dedicado a ellas y el surplus que generaban”, añade Garzón. “En la civilización helenística se refuerza la valoración de la propiedad y muchos de sus métodos, tradiciones e innovaciones aún perviven en la actualidad, aunque hayan sido permanentemente adaptados hasta nuestro días”, asegura.
Solo el año pasado, las 22 sociedades de tasación que integran la Asociación Española de Análisis de Valor (AEV) incrementaron en un 6,7% el número de valoraciones de viviendas realizadas con fines hipotecarios. Entre viviendas unifamiliares y plurifamiliares, se tasaron unas 26.000 unidades más que en 2017. Las tasaciones de viviendas llevadas a cabo en municipios españoles de más de 500.000 habitantes han crecido en un 5%. Por el contrario, las localidades de menor tamaño registran una bajada de un 6% con respecto al año anterior.